Habíamos pasado de ser un país de emigrantes, allá por los años 50 y 60, a serlo de receptores de inmigrantes, desde hace unos veinte años hasta ahora mismo. Pero, como suele decirse todo es cíclico y de nuevo tenemos la necesidad de tener que abandonar nuestra tierra, nuestra casa, nuestros familiares y amigos, para buscarnos la subsistencia.
La gran diferencia es que antaño se iban, en general los individuos menos preparados de nuestra sociedad, para enviar parte del dinero ganado y luego volver, aunque algunos no lo hiciesen, y ahora se van los más preparados, aquellos en los que la sociedad más ha invertido y sin intención de enviar parte de lo que ganen, sin intención de volver, aunque algunos lo hagan.
Tres HIP HIP HURRA (o HURRAY) por nuestros políticos:
HIP HIP… (…..),
HIP HIP… (…..).