BORO: Bueno, como no creo que a nadie se le ocurra caer por aquí, ¿qué quieres que hagamos?... ¿qué paseemos bajo la luna, o que....?
AMPARITO se suelta, y en un juego de enamorados, echa a correr para que el chaval la persiga.
AMPARITO: Que busquemos a ese monstruo, fantasma o lo que sea. Ja, ja, ja...
Echa a correr hacia el canal. Hay un muro y detrás de éste, casi imperceptible, se ve titilar un fuego. Al dar la vuelta a la pared se asusta.
AMPARITO: ¡Ahhhh!!!
Allí un viejo, reparando sus redes, ha hecho un fuego para verse, ya que está anocheciendo.
Viejo, socarrón (Tío ISIDRE): ¡Che, chiqueta!, ¿ qué pensaves que era el “mostruo” eixe que diuen?
La chica se tranquiliza al ver al tío ISIDRE, al que ya conocen de haberle alquilado la barca en alguna que otra ocasión.
AMPARITO: Ay, tio ISIDRE, es que no me’l esperava ací en la foscor. M’he quedat esgarrifada.
ISIDRE: ¿Que t’has quedat qué?... ¿Que t’has quedat espantá de vorer a un pobre vell, com yo? ¡No serà pà’ tant, dona!
El chico ha llegado al lugar.
BORO: Qué hi ha, tío ISIDRE?, com va tot?
ISIDRE: Va, pero no cregues... que estic mes amunt de la coroneta del monstre eixe que tots diuen que han vist. Ya veus, hasta la teua chicota m’ha confundit en ell.
BORO: Què passa, però?, ha esdevingut quelcom estrafolari, de veres?
ISIDRE: Yo aixó no ho sé; pero estàn passant coses reres, segons diuen.
BORO: Potser han vist un trosset de plàstic.
ISIDRE: Aixó serà, .... o un tros de plàstic; que la gent...
BORO: Be, tío ISIDRE, volíem demanar-vos a veure si ens llogàveu el navili de vos, com altres vegades.
ISIDRE: Be, y, ¿qué queríais, que os alquilase otra “ves” la “barqueta p’haser” un paseito?... “pos aneu al tanto” no sea “verdat” lo que “disen” del “mostruo”. (Risas) Encara que segons diuen, deu de ser un animalot molt estrany... pos la gent diu que solament se li vey per l’esquena i sempre si ve desde el nort cap al sur...Vinga, agarreu-la si voleu, pero ya vos ho dic, aneu al tanto.
BORO: No passe pena, que ja estem assabentats, tindrem cura...
ISIDRE: Aixó està be, que es millor “prevenir que curar”...
ISIDRE vuelve a su trabajo.
Saltan a la barca, la desatan y el joven percha por el canal en dirección a la laguna. Los vemos desaparecer detrás de unos juncales. Vemos sólo las siluetas sobre la barca, sobre el brillo de la estela que va dejando y contrastada contra el azul del cielo, que en un efecto rápido se torna negro. Anochece.
En el pasillo que forman dos “matas”, el chico para la barca.
AMPARITO: No te metas por aquí, BORO, prefiero que sigamos por las aguas abiertas.
BORO: No me digas que tienes miedo de esa historia del monstruo. Además...
Se agacha y saca del fondo de la barca un hacha.
BORO: ... ¡mira lo que hay aquí! (blande el hacha como un arma) ¿A ver que monstruo es capaz de acercarse a esta “fermosa” princesa, estando aquí su más bravío servidor, el doncel más denodado y presto a su defensa?
De momento, deja el instrumento, y con una expresión pícara en el rostro se va hacia ella, que se muestra divertida, a pesar de su nerviosismo. El chico va a por faena.
BORO: Ja, ja... Amparigües, te he engañado: ... en realidad, ¡soy el monstruo y voy a comerte entera...!
AMPARITO: Lo tienes claro... aquí... ¿no se te ocurre ningún sitio peor?....
BORO: Vamos, tontina, que esto tiene su morbo...
AMPARITO: ¿Morbo?... el “cólera morbo” que podemos enganchar aquí... ¡Déjate, déjate!...
BORO insiste desabrochando el corpiño de su novia:
BORO: Déjame, al menos, que contemple el cuerpo de la princesa de las sirenas de la Albufera, acariciada por la suave luz del crepúsculo.
AMPARITO: ¡No te enrolles, caradura! (Risas)
La chica va cediendo.
La cámara se aleja, pasando por entre los juncos. Llega a una vista general del juncal, tras el que se encuentran, que ocupa aproximadamente la mitad de la escena. La otra mitad, agua.
Una especie de ola/caballón formado por el agua, se dirige hacia donde está la pareja, en dirección Norte/Sur. Se oye un grito de ambos. Cierra a negro.
Abre desde un P. P. P. de la chica, que aterida, despierta después de haber estado inconsciente, mira en todas direcciones buscando a BORO. Hasta que vemos la barca y algo del paisaje también. De él, ni rastro. El cielo –por efecto de un filtro- ha perdido todo su tono azul. Entre las cañas y juncos del fondo, podemos intuir una extraña forma que, lejanamente, se asemeja a un ser humano.
La que celebra su onomástica el día de la patrona de Valencia intenta reincorporarse; hace el gesto de inclinarse sobre el brazo derecho para tomar apoyo y levantarse. Una expresión de terror descompone su rostro.
AMPARITO: ¡¡¡Aahhhh!!!
Primerísimo plano de la mano de ella que, en su intento por alzarse, la ha metido en una poza llena de anguilas. Se levanta como puede, al tiempo que intenta limpiarse la mano en su mugriento vestido; se gira... al mismo tiempo vemos la figura que hay detrás de ella desapareciendo verticalmente; como hundiéndose. Restablecida del susto, pero perceptiblemente aterrada por la situación en que se encuentra, comienza un camino sin rumbo, con esperanza de encontrar al desaparecido.
Da vueltas buscando (en diferentes planos), hasta que por fin, en otra isleta ve una silueta.
AMPARITO: ¡BORO!!!
SENTO: ¡AMPARITO!! ¡Soy yo, soy SENTO! ¿Has visto a PEPITA?
Se aproximan los dos; ahora, como los vemos de perfil, nos damos cuenta de que están separados, en diferentes isletas.
(Continuará)