Proviniendo, como provenimos de formas culturales plañideras, donde las haya, no puedo por más que comenzar este blog dando explicaciones de por qué he elegido éste y no otro título.Aunque, supongo que como todo quisque he empleado esta obsoleta fórmula en algún que otro escrito, la verdad es que no entiendo su significado, pues estas tres palabras juntas, sea cual sea el orden en que se pongan (“muy señores míos”, “señores muy míos”, “muy míos señores”, “míos muy señores”, “etc.”), no consigo descifrarlas; lo mismo que me ocurre con esta vida, este mundo... y sus consecuencias (que es peor): así que me ha parecido bien como título, porque lo considero ajustado a mi presunta y humana estulticia.
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