En pleno Parlamento de Cataluña, en el Debate de Política General, hoy día 27 de septiembre de 2007, de nuevo David ha vuelto a derrotar a Goliat; naturalmente dicho en un sentido metafórico, ya que en este caso le atribuyo el papel de Goliat a Montilla, por su condición de presidente y le reservo el de David a Albert Rivera, por la escasa representación de su grupo. Mal lo tenía Montilla para defender la lengua y la cultura catalanas; precisamente, ante un catalanoparlante, él que, tras haberse pasado casi toda su vida en Cataluña, tiene un dominio casi nulo de la lengua catalana, aunque esto no sea óbice para a la hora de obsequiarnos con frases como: “Nuestra obligación es defender el catalán” -¿por qué no lo pensaría antes de ser nombrado Presidente?- o “En el tema de la lengua Vd. y yo no nos pondremos de acuerdo”, seguramente porque debe de tener obligación de ponerse de acuerdo con otros que son, a la postre, quienes le sujetan la poltrona. Pero no ha sido sólo en asuntos de lengua, en todas las lides Rivera ha crecido como un gigante, mientras a Montilla se le han ido encogiendo las piernas.
Lo dice quien ha dejado el partido de Rivera, básicamente por estar en desacuerdo con la manera de llevarlo internamente; pero lo cortés, ya se sabe y Albert ha ganado brillantemente. Creo que cualquiera de los otros dos parlamentarios de C’s habría hecho otro tanto, el problema de este partido nos son
Lo dice quien ha dejado el partido de Rivera, básicamente por estar en desacuerdo con la manera de llevarlo internamente; pero lo cortés, ya se sabe y Albert ha ganado brillantemente. Creo que cualquiera de los otros dos parlamentarios de C’s habría hecho otro tanto, el problema de este partido nos son
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