El abominable hombre de las nieves
El fuego, la eternidad del mar, blanco impoluto... ¿qué tienen estas cosas que nos atraen irremisiblemente?, ¿quizá la llamada de la Naturaleza?
Esta mañana las montañas han amanecido nevadas... viéndolas en la distancia, daba la sensación de que apenas eran unos cuantos brochazos inconexos sobre las encinas y los pinos. Pero a pesar de que no prometía demasiado, la llamada se ha producido y me he dirigido a su gélido encuentro; aunque, para ser sincero, iba tan protegido, que del frío ni me he acordado.
Cuando he llegado la nieve tenía una blancura irreprochable; todavía no había subido nadie a transformarla en divertidos grumos con que explayarse y el espectáculo era íntimo, fascinante: la explanada en su más ampo esplendor; las viñas en su más ampo esplendor; los árboles en su más ampo esplendor; las rocas cubiertas del más ampo esplendor y los árboles, y las vallas, ¡toma, y las bayas en sus arbustos, todo, todo, todo, en su esplendor superlativo... bueno, no todo; permanecía la tierra bajo los árboles sin emblanquearse, aunque, diríase que por pura vocación armoniosa, a intervalos, los árboles producían pequeñas nevadas que iban, poco a poco, revistiendo el suelo.
Allí, durante unas horas –que nadie me pregunte por qué- me he sentido yo; como ésta no es tierra de nieves, el próximo encuentro conmigo mismo, intentaré hallarlo mirando la línea del mar o frente al fuego. (Qué poca cosa me siento).
Esta mañana las montañas han amanecido nevadas... viéndolas en la distancia, daba la sensación de que apenas eran unos cuantos brochazos inconexos sobre las encinas y los pinos. Pero a pesar de que no prometía demasiado, la llamada se ha producido y me he dirigido a su gélido encuentro; aunque, para ser sincero, iba tan protegido, que del frío ni me he acordado.
Cuando he llegado la nieve tenía una blancura irreprochable; todavía no había subido nadie a transformarla en divertidos grumos con que explayarse y el espectáculo era íntimo, fascinante: la explanada en su más ampo esplendor; las viñas en su más ampo esplendor; los árboles en su más ampo esplendor; las rocas cubiertas del más ampo esplendor y los árboles, y las vallas, ¡toma, y las bayas en sus arbustos, todo, todo, todo, en su esplendor superlativo... bueno, no todo; permanecía la tierra bajo los árboles sin emblanquearse, aunque, diríase que por pura vocación armoniosa, a intervalos, los árboles producían pequeñas nevadas que iban, poco a poco, revistiendo el suelo.
Allí, durante unas horas –que nadie me pregunte por qué- me he sentido yo; como ésta no es tierra de nieves, el próximo encuentro conmigo mismo, intentaré hallarlo mirando la línea del mar o frente al fuego. (Qué poca cosa me siento).
17 comentarios:
En el fondo eres un romántico, bueno, yo diría que incluso en la forma. Ampo es tu corazón, chico!que resplandece blancura...¡Toma asssucaaaarrr!
Sé tú mismo donde quieras, nieve, mar, montaña, puente, paseo, nube...pero no cambies.
Gracias, pero mal lo tengo si no cambio; no querras que arrastre toda mi vida un niño por las nieves, ¿no?
Andaaaa... Me gusta ver una foto tuya (qué moderno que vas, qué estilo tú) en vez de una caricatura para variar :) Me ha gustado el texto. Mucho. Aunque me ha dado frío ver el cielo encapotado y tanta nieve.
Yo es que soy más de mirar al mar o estar frente a una chimenea ¿eh?
Beso ♥
Es lo que tienen los fenomenos naturales por inusiales que atraen y nos hacen pensar .....yo prefiero tambien el mar ...la nieve la tengo aqui ala vuelta de la esquina ...pero es verdad esas blancura atrae....
kiss
Tortu, pero si ese es el abominable hombre de las nieves en una foto que encontré buscando con Google.
Toma, yo también soy más de estar frente al mar o al fuego... a la fuerza; porque aquí nevar, nieva muy pocas veces, sólo cuando los rusos hacen palmas con las orejas; por eso cuando cae ua nevada uno se va babeando a verla.
Beso
PD: Yo de moderno, nada: sigo el protocolo.
Claro que la blancura atrae, doña Peggy, sobre todo a la gente impoluta como usted y yo...
A mi con la nieve me pasó eso de ¿pues no querias sopas ? ...tres tazas . Donde vivo no nieva nunca , recuerdo una vez de peque que hasta nos sacaron del colegio para verla , luego en mi lenta pero imparable ascensión al norte tuve nieve como para creer que vivia en otro pais .
Ya sabes lo que dicen "Año de nieves , año de bienes "..
Un beso y que sepas que se te ve muy bien .
Pues este año viene con nieves, pero lo de los bienes, te lo digo dentro de un año, que nos tienen acollonados con tanta crisis.
Besos
¿Qué importa sentirse poca cosa? Si es que somos poca cosa, comparados con el universo, eso sí, poca cosa que puede hacer mucho daño.
Mientras se tiene 'ampa' la conciencia se deja de ser poca cosa para engrandecerse infinitamente.
¡Cosita! ¡Cosita mía!. Ojo, no confundan, me refiero a la conciencia...
Pues, oye Ángel, reescribe lo que has escrito, que esto suena más que sospechoso...
Solo los malpensados y malpensantes ven algo sospechoso en lo que sólo son inocentes palabras dedicadas a la conciencia propia. ¡Hombre de las nieves! (o de las cavernas, vaya usted a saber...)
De las nieves cavernarias, sin duda.
Y si es una foto del gooble como que te consideras que sigues el " protocolo". jajaja. Te pillamos. Mira que grande se ve que eres, uff, y yo me apunto a la cabaña con la chimenea encendida y con abundante leña para que no falte el calorcito. Aunque eso de impolutoooo, nose, nose!!! mejor no. jajaja, un poquillo travieso es mejor jajaja.
Pocas cosas hay como estar en una cabaña, frente al fuego y con la nieve impoluta furera.
Cuando camina uno en la nieve se da cuenta de que con tan solo caminar, lo mejor que se consigue es ensuciar su blanco impoluto. Allì, si estás solo y puedes pensar, te das cuenta de verdad de lo que somos los seres humanos para el planeta y para los demás. Si lograramos considerar al mundo entero como si fuera una extensa manta de nieve, no nos quedaría que movernos de espacio, levitando casi, para no estropearlo. Y pidiendo permiso a Dios, a las demás criaturas o si otra cosa no, a la nieve.
Que bonita imagen verte allí como un niño en medio del invierno :-) Ji Ji...
A parte las bromas, bonito post.
MAP
Nada, Chinotto, que lo enguarramos todo: es nuestro sino.
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