SOMOS LOS CAMPEONES... ¿PASA ALGO?

Ayer se nos presentó un buen día; bueno el día, que ya era hora de que lo fuese, que este año vamos como vamos: con las hormigas y las plantas alteradas y la sangre poco alterada o sin saber si alterarse o seguir viendo los programas del corazón. Pero como salió luminoso, pues me pareció que debía aprovecharlo para irme un rato a la playa, que queda a un tiro de piedra.

Un pescador, con el cubo vacío, que si la mar está vacía, ¡me cachis en la mar!, no como antes que de todos los nombres de peces transmutaban en pescados en primera instancia, en comida en segunda y no sigo con la tercera…

Pues si el pescador, que de esas cosas sabe... los que no somos más que paseantes: menos. Menos, o más exactamente nada, porque para un par de cangrejos -1 y 2- y alguna lapa, es como decir nada.

Que cada vez somos más bichos en el mundo; menos de los otros y más de los nuestros. No hay duda. Será que no tienen ni ruedas ni una Mona Lisa, que todas las extremidades son patas y las monas, así, con minúsculas y chutando. Pues sí, sí... cambiando, pero no mucho: acabo de lavarme las manos y con jabón de olorita y todo, de ese que desinfecta y nos alarga la vida.

Que sí, que somos los campeones, que teemos hasta relojes. ¿Alguna duda o algo? Tan campeones somos –dure lo que dure- que desde ayer, cuando me topé con los dos cangrejos, llevo tarareando aquello que traducido sería:

Nosotros somos los campeones, mis amigos.
Y vamos a seguir luchando hasta el final.
Nosotros somos los campeones
Nosotros somos los campeones
No hay tiempo para perdedores
Porque somos los campeones del Mundo.

Campeones, sí, pero ingénuos.