El PSOE, monotemático y cansino, vuelve a las andadas; parece que no tenga otro argumento más que el consabido “que viene el lobo”. Nos han pintado al lobo de todos los colores posibles, no se darán cuenta de que seguir insistiendo con su cantinela resulta ofensivo. Si, ofensivo, que ya está bien de creerse que todo el mundo, sin carnet, de una determinada ideología somos idiotas.
Personalmente, en cuanto a huesos, reconozco que en las horas de letargo post-pitanza suelo ver “Bones” -que es que con Jorge Javier y su tribu chillona, no hay quien pueda-, pero los demás huesos… la verdad: vidas extintas que no han de volver; así que los más judeocristianos, a su marcha.
Han consumido el tiempo de que disponían para hacer cosas mejores en ese juego infantiloide de ponerle el trapo al PP a ver si entran para decir: “¡Fachas, fachas y fachas!”, sin pararse a pensar en que la guerra ya está muy lejana y que, si entre los padres –porque ahora quedan pocos sin ser padres o abuelos estuviesen en la contienda- de los del PP fueron franquistas o falangistas, entre los de las otra fila, y en primera fila, muchos también son hijos de franquistas o falangistas.
Escribo esto porque estoy hasta los “orchis” de su sucesión de estrategias tan pueriles, ¿no se han dado cuenta ya de que los votantes les han pasado la cuenta de esa forma de “hacer” política a base de efectos especiales, que lo que queremos es que durante los próximos cuatro años lleguen ya a la pubertad y que nos ofrezcan un partido renovado a quien se pueda votar por sus méritos y no por las zancadillas que les puedan poner a los otros?
Mientras tanto, IU sí parece que se están aplicando, hasta tal punto, que puede que le pase por la izquierda al PSOE y le gane la carrera, en los próximos comicios, mientras los socialistas siguen jugando ese anacrónico.