CAPTURA DE UN TIBURÓN EN TARRAGONA
Por fin han capturado al escualo que deambulaba por tierras... bueno, para ser exactos, por aguas de Tarragona (podría extremar aún más la exactitud diciendo por las aguas del Mediterráneo que bañan las costas tarraconenses... o aún más, pero, para entendernos, creo que es suficiente). Como nadie tiene muy claro que hacía semejante bicho nadando tan cerca de la costa, y con todo el riesgo que hay hoy en día de que intentase una entrada ilegal en el país, o “països”, por el/”els” que pululaba, han decidido -creo que con gran acierto- darle caza y para ello han enviado a unos cuantos valientes (nada que ver con los que terminaron hace poco con el último toro de Osborne en Cataluña), que salabre en mano y pelo en pecho –exceptuando metrosexuales, claro-, han llevado a cabo su cometido.
El destino inmediato de este animal, ha sido el “Aquàrium” de Barcelona, donde se le van a hacer unos exámenes para, en función de los resultados, tomar una determinación u otra. Es, pues, de suponer que si en esos exámenes no consigue obtener el nivel “C” de catalán, como es preceptivo, y de desear, el destino del selacio pez sea su expulsión a aguas internacionales; no vaya a ser que se pueda llegar a confundir con alguno que por esas benditas tierras conserva gran similitud con algún que otro peje y que, aún ostentando un cargo de alta responsabilidad –presidencia, sin ir más lejos- en la Generalitat, no posee ese nivel, “C”, exigible, y deseable, de la románica lengua, arriba mencionada, tan propia y característica de este territorio.
NOTA POSTERIOR: El tiburón -tiburona, en realidad- no pudo obtener el nivel "C", pues murió unos días después.
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