jueves, 23 de julio de 2009

ARSÉNICO III (Cómic)


12 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy agudo Arsenio. Y el otro que cara de haberle pillado en un renuncio.
Me esta enganchando esta historia.



John W.

María dijo...

Arsénico, el del submundo, taciturno, enchepado empedernido de manos siempre en los bolsillos y cabizbajo. Robertito, repeinado, requete educado...
Seguro que será una impresión mía, pero es curioso que cuando haces las caras en plano corto, de pronto, pasan a tener, como cara de adultos...
En un ataque propio de mi imaginación, Robertito en la última viñeta, se me parece a Hernandez Mancha o a Martín Villa de jóvenes...Será su trajecito y su corbata ...ja,aj,ja
¿saludos? no xD... cuánta frialdad!!!
Un besazo

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Gracias, Polidori, espero seguir en la buena brecha.

Saludos.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

María, es que de cerca, todos parecemos más viejos, hasta los niños.

¡Qué ocurrencias, Martín Villa o Henández Mancha... aunque de ser alguno sería Martín Villa; si no recuerdo mal el roquero -que lo era- Hernández Mancha tería el pelo como tachas, además, creo que no usaba gafas... no lo recuerdo bien.

pepa mas gisbert dijo...

Leidas las tres viñetas, esperando continuación.

Me gusta esta manera de publicar viñetas (casi)diarias.

Volveré

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Mañana más, Alma. Las dosificaremos como se hacía con las tiras de los periódicos.

Saludos.

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Es cierto que Robertito tiene una cara de niño viejo, yo diría que es Gallardón de niño, si es que alguna vez el Sr. Alcalde tuvo infancia.

TortugaBoba dijo...

A saber qué han hecho estos dos...
¡Mañana vuelvo!
Besoooooo

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

A mí, Shikilla, también me recuerda más a Gallardón, aunque no esté hecho con esa intención.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Pues nada, Tortu, mañana otra ración de niñatos.

Besooo.

Peggy dijo...

Desde luego este Robertito "rebelde sin causa"...tiene cara de experiencia o quizás escepticismo ?.....

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

¿Experiencia o escepticismo? Dos buenos pilares para la duda.

Siempre tan aguda, doña Peggy... ¡ni los calores!