Joan Ridao Martín, de madre vallisoletana, parece estar muy preocupado por la lengua de la madre de quien escribe, ya que es de esa opinión tan intelectualizada de que el valenciano, como lengua, no existe, puesto que antes de la repoblación de Valencia, por catalanes, en una proporción de un 0,5%, los que por aquellas tierras pululaban, eran mudos; todo ello, a pesar de que hay constancia de que sí eran seres parlantes y de que la lengua que allí se instaló, por aquellos entonces, fue nombrada como lengua valenciana, mucho antes que la catalana tomase ese nombre. Pero son los rigores de la historia, que no el rigor histórico.
Tal es el grado de preocupación de este político por una lengua que no es de su madre, pero tampoco de su padre, que presentó en el Congreso, tras el último Debate del Estado de la Nación del ínclito y nunca suficientemente loado don ZP, por muy malquisto que le vean unos y casi todos los otros, que presentó y sacó adelante una propuesta de resolución para que no se venga abajo el “catalán” (oficialmente se llama valenciano y por muy parecidas que sean ambas lenguas, dada su vecindad, sin la “corrección” de quienes luego dicen que las lenguas las hacen los pueblos, cada vez se hubiesen distanciado más. Ni más ni menos que como el catalán y el castellano, más cercanos en la época de Cervantes).
Hace poco, escuchaba al tal Ridao decir algo así como que, “hace unos siglos los catalanes éramos”… pero, ¿a qué viene emplear el plural si sus antecesores por ambas vías eran de otras comunidades? ¿No resulta algo patético tomarse eso de la identidad, que tanto les gusta, como una religión? Puedo entender que el hijo de unos inmigrantes, listillo él, se saque unas carreras y, para medrar, con lo difíciles que están las cosas, abrace la religión del nacionalismo, pero que llegue a envolverse en lo que podríamos llamar un plural histórico, eso ni lo entiendo yo, ni creo que lo entienda Penete.
6 comentarios:
Son los peores nacionalistas, los arrimados al calor del pesebre...tienen que estar demostrándolo continuamente...
Un saludo.
Claro, ¿verdad que es difícil de asimilar, TEMUJIN, que ese virus del nacionalismo tenga una acción tan virulenta en tan corto espacio de tiempo?: Lega un progenitor de cada punta de España, y de golpe al hijo, fruto de esa unión, se le extienden las raices nacionalistas a lo largo y ancho de varios siglos.
Vamos, que como eso no se lo tragan ni los tiburones, si uno fuese un mal pensado, pensaría que algún interés espurio tiene que haber debajo de todo eso.
Aprovecho para saludarte aquí, TEMUJIN: un abrazo
Sabes lo que pienso, que tanto hablar de naciones, nacioncillas y nacioncetas nos hemos olvidado de las personas...Eso es lo peligroso.
Ese es el camino peligroso por el que nos quieren llevar estos personajillos, TEMUJIN, sin duda.
Saludos.
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