lunes, 26 de enero de 2009

BOURBON: FOUR ROSES

AMARCORD SIN FELLINI

Me acuerdo de cuando bebíamos bourbon. Bebíamos bourbon y fumábamos y fumábamos y fumábamos –que así tendremos los pulmones- como el Philip Marlowe de Raymond Chandler y el más carnal de Humphrey Bogart; Bogey, para nosotros y para Bety (Lauren, para el resto): le dábamos la vuelta a los días: hablando mucho y callando mucho; analizándolo todo, desgastando nuestros cinco sentidos, soñando sueños y realidades; imitando las ilusiones.

Bebíamos, sobre todo, “Four Roses”, también y tan bien lo habíamos aprendido de la talla que pretendíamos alcanzar; eso era la forma, la fórmula, un simple rito, porque sólo nos importaba la talla: sin saber de dónde venía el impulso; creando nuestra propia religión sin otros santos ni ídolos que la infinita botella de four roses (sí así: four roses). ¡Miento!; plagamos nuestra existencia de de santos, ídolos y hasta de dioses... y hasta de música francesa... bueno, y blues... ¡toma! y de copla... pero tocamos el cielo: ¡Qué pérdida!... pero, no, no es una pérdida o lo es todo; sí realmente todo es una pérdida: el tiempo es una pérdida: Jamás nadie debería tocar el cielo; es decepcionante: te transforma en el momento en un personaje de Samuel Beckett, aunque continúes deambulando como alma en pena.

Y a la vuelta -siempre se vuelve- siempre se encuentra en el primer piso una pensión sudada, sostenida por las columnas de humo del café de abajo, donde suda el café: por suerte, siempre te puedes tomar un four roses, aunque sea solo.

8 comentarios:

Peggy dijo...

Four Rouses , Jazz y un cigarro ...la gloria ....
Una que es mitomana del cine negro y la vida lasciva :)

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

¿Hace usted cine, Doña Peggy, o...? ;-)

(Disculpe la broma)

TortugaBoba dijo...

Suena bien oye. Pero no podría ser mejor (yo por pedir...):
- coca cola con cafeína y azúcar
- chocolate
- las películas me parecen bien, ayer vi una de Lauren Bacall y Gregory Peck
- nada de humo
Estooooooo... Creo que le quito todo el encanto ¿no?
Pues eso.
Beso.

TortugaBoba dijo...

Me explico:
- es que soy abstemia
- es que no fumo
- es que me gusta el chocolate, el cacao vaya, no pienses mal Juanito
- es que me gusta el cine antiguo (ya no se hacen pelis como antes, ayyy...)

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Tortu dices que podría ser mejor. No; podría haber sido mejor, pero es lo que es... o, mejor dicho, lo que fue.

No le quitas ningun encanto.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Sigo contestándote, Tortu: Yo apenas bebo (bebedor ocasional o social, más exactamente), hace años que no fumo y: ¡lagarto, lagarto!, el chocolate me gustaba, viendo pelis viejas y con balcalao. En fin que hablaba de otra fase de mi vida.

¡Ah!, no pienso mal de ti.

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Reflexión, evocación...¿nostalgia?. Te contradigo en que todos, al menos una vez, deberíamos tocar el cielo, aunque se vuelva.

Yo aún recuerdo cuando fumaba, claro que hace tan sólo unos tres meses. Bebo, confieso que bebo, cuando algún fin de semana nos damos a la risa y a la conversación, a la risa y al recuerdo, a la risa y a la vida, ¡¡qué bien me hace reír con mis amigos!! y ese cubatilla con mucho hielo.

No he sido nunca de four roses ni de bourbon alguno, pero está bien que haya rosas donde ya hay alcohol.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Te garantizo que no es experiencia aconsejable tocar el cielo aquí en la tierra.

Evocación, sin más; no diría yo que es nostálgica. No suelo vivir de recuerdos, pero a veces, uno es humanos y se le va la olla.

La rosa es una reina, por tanto está bien que esté en todas partes.