jueves, 5 de abril de 2012

A FELIP PUIG SE LE VE EL RABO

Vaya con el tal Felip Puig y su jefe cartonero. Ahora resulta que para hacer ese país que tanto andan cacareando, lo conveniente es el uso de la violencia, las restricciones, las otras restricciones y las demás restricciones. ¿La última?: pues la restricción de poder reunirse las personas, devenidas en cosas, por quienes creen ser los amos del corral: “Gualico, gualico que’l difunto de su agüelico”, que decía el personaje de un tebeo, de cuyo nombre no consigo acordarme.
Primero cruje al personal en Catalonia Square, para que no desmerezca la casi segura victoria del Barça al día siguiente, sin que los apaleados pudiesen decir esta boca es mía, sólo por no sé qué pintoresca idea del uso de la violencia, no ajustada a realidad real. Después, el chache nada deja de usar su ejército de  robocops cuatribarrados, seguramente para que la puntada tuviese hilo. Y ahora nos sale con la restauración en las tierras de El-Senia-arriba, nada menos que con la reinstauración de las restricciones para poder reunirse, por lo menos, los vagos y maleantes, que, visto el percal, podemos llegar a ser todos los que no digamos amén a la seudo-religión que el susodicho practica, sin llegar a sospechar que tal práctica puede alargarle la sombra hacia un pasado tan superado por unos, como añorado por otros.
Y es que no en balde el nacionalismo es el nacionalismo, cualquiera que sea el terruño donde se quiera imponer. ¿O es que los tres grandes dictadores europeos del siglo pasado no eran nacionalistas?
Más no, Mas, por favor.

2 comentarios:

D.F. dijo...

Asi empezó la Gestapo y ya sabemos como acabo todo...

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Toma, si lo sabemos, TEMUJIN, y lo malo, como puedes ver en el nuevo chiste, es que eso es contagioso o consustancial.

Saludos.