martes, 27 de noviembre de 2007

PRECAMPAÑA GRACIOSA

ÉRASE UNA VEZ UNOS MONIGOTITOS, OES, CEROS O VÁYASE USTED A SABER...


Continúan las “gracietas” en las campañas de C’s. Tras el éxito obtenido con la campaña XXX, en las elecciones para las autonómicas, donde pudimos contemplar las desnudeces de su presidente, Albert Rivera, vinieron los comicios municipales en los que aparecía una señora puta, como decidida votante de Ciudadanos. Ahora, de cara al plebiscito para las generales, han vuelto a la carga de las “gracietas” con un video humorístico en el que unos monigotes -oes o ceros o vaya usted a saber- irritables solucionan sus iras con aquello que nunca ha tenido enmienda, para alumbrar seres de luz o híbridos “naranjitos”, eso sí, de buen talante.

Obviamente uno se imagina que esos monigotes, oes, ceros o vaya usted a saber, son representaciones gráficas de alguien o algo: vamos, que el equipo creativo de C’s usa lo simbólico, para ejemplificar lo que nos quiere comunicar.

Como todo el mundo sabe, pues a trascendido a la sociedad por los medios de comunicación, C’s, en su interior, ha sido la suma expresión del guirigay más genuino antes de su II Congreso y lo es más aún después de este, a pesar de que la afiliación a menguado hasta dejar reducido este partido a un mero enunciado.

Pues bien, con todos esos datos y alguno más, uno no puede sino hacer cábalas a ver si puede poner nombre a los dos monigotes, oes, ceros o vaya usted a saber, que terminan siendo los protagonistas del video promocional. ¿A quién puede representar el monigote, “o”, cero o vaya usted a saber rojo... y el amarillo? No tarda alguno a aventurar alguna hipótesis, a la luz de los datos que se nos ofrecen, y les pondrá nombre y cara a cada uno de ellos; pues, el rojo y que se la pasa hablando de follar perfila perfectamente bien a uno de los destacados del partido y el pin-up, stripper y digno de la más rutilante prensa amarilla, al otro.

El video, en su primera entrega, termina cuando tras un fornicidio coral iniciado por estos dos individuos, dan paso a una nueva generación de híbridos “naranjitos”. Hasta aquí sabemos. Pero como la imaginación es libre, no faltará quien imagine como final de la historia que estos personajillos anaranjados, con los genes que tienen, terminarán chocando y unos montaran en roja ira y los otros se derramaran por el sendero de sus amarillas vanidades. Y vuelta a empezar.

2 comentarios:

A. Sánchez dijo...

¡Qué jodío eres!

Eso es lo que hay que conseguir, que los emoticones con cara hagan el amor y no la guerra.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Tú lo has dicho, Ángel... yo no me imagino a los "emoticones" -
como tú les llamas- que yo he sugerido en esas actitudes. Pero bueno, no nos vamos a enter en privacidades ajenas. ¿No te parece?