PARLAMENTOS

Esta tarde he colgado esto:

Todo el mundo le está diciendo a ZP que reconozca la crisis, como lo reconozca al final, les mete un gol a todos.

Y aohra completo con lo que sigue.


DOS PARLAMENTOS

Esta tarde me ha venido a la cabeza aquel viejo bolero en el que Machín se preguntaba si se podían tener dos mujeres a la vez sin estar majara. Yo, como residente en Cataluña, hoy he tenido doblete de sesión parlamentaria: la del Parlament –sin “o”- y la del Parlamento –con “o”, a pesar y a sabiendas de que algo zumba’o, estoy.

EL PARLAMENT (sin “O”):

Sólo he visto el encuentro entre el impresentable President/e Montilla –ha dado motivos para que se le pueda calificar así- y el diputado de Ciutadans (C’s) Albert Rivera: Rivera se ha marcado unas peteneras sobre la Selección de Fútbol Española y las posibles selecciones catalanas, con pregunta, que Montilla ha contestado de la manera más lacónica que ha podido: tres palabra (1, 2 y 3). Replica de un inexperto Rivera que no dice nada. Contrarréplica del cordobé-català tediosa, porque como no habla bien catalán –y a ese nadie le multa- se ha limitado a repetir una frase todo lo que daba de sí el tiempo. Y mientras, el –lo digo otra vez- inexperto jovenzuelo de C’s, cual colegial en su pupitre hacía la señal del dinero con las manos, ya que la frase repetida de Montilla, se basaba en que le parecía poco serio hablar de fútbol en el Parlament; Rivera justificaba con sus señas de “money, money” el haber sacado el tema. Conclusión: el tal Rivera no da la talla; vamos, que ni para tacos de escopeta. Un político de verdad, se prepara la cosa y en la segunda intervención le zumba lo que no está en los escritos a un presidente tan lleno de brevedades por doquier.

EL PARLAMENTO (con “O”):

Ahí es nada, en el parlamento el diestro de la corrida era nada menos que el aburrido del Z, ZP, o como quiera que cada cual quiera llamarle, que hay como los colores, para todos los gustos y, además, para todos los disgustos. Estando Zapatero, poco se puede decir: enroque permanente y que si vino y que si fue con el dialogo, la solidaridaz y las cuatro cosillas recurrentes del personaje. Todos le han metido con lo de la crisis, pero el en el más puro estilo zapateril, como si lloviera... ¡El tedio personifica’o! Dentro de lo mismo, la más jugosilla ha sido Rosa Díez que por lo menos, y ya que el morlaco tiene pocos pasos, ha hecho un retrato gráfico de lo que va a hacer el susodicho, que por otra parte es lo único que hizo la legislatura anterior: permanecer allí sentadito y sonriendo, esperando que la crisis y lo que sea se resuelva en los cuatro años y a ver si pilla.

Triste vida política la nuestra: tenemos lo que muchos se merecen. Que conste.