viernes, 27 de junio de 2008

¿SE CAE EL CASTILLO DE NAIPES?



De la Vega no se entera: no es que el castellano, una de las lenguas más habladas en el mundo, esté en peligro: lo que está en peligro en el Gobierno de Z, de ella misma y de sus compadres, es la garantía de los derechos de los ciudadanos: ¡No eche la piedra para otro lado, señora ministra!: ¡Entérese!

Parece que, de la mano de unos intelectuales de gran prestigio y nombradía, ha vuelto la racionalidad; una racionalidad puesta al servicio de todos los ciudadanos, muy al contrario de lo que vienen haciendo la mayoría de los políticos, que sólo se acuerdan de éstos cada cuatro años, pero que se olvidan automáticamente, una vez obtenido su voto.

Hemos arrastrado el error de base de pensar que todo lo contrario a lo que se hacía en el anterior régimen, era bueno, de por sí. Pero poco a poco hemos ido viendo que, por ejemplo, el acercar físicamente la administración a los administrados no se garantizaba su eficacia: una mayor eficacia sólo se consigue con mejores gestores, que, hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, hasta podrían residir en Pernambuco.

Tal y como están las cosas, quienes pensemos que la política debe de estar al servicio del ciudadano, y no al de nuevas deidades, como el terruño, creo que debemos secundar la iniciativa de estos intelectuales, hasta sus últimas consecuencias. Sin asustarnos si ese camino nos lleva a formas diferentes de entender la política. Siguiendo con los ejemplos: a que cada voto valga lo mismo; no es de recibo que se dé el caso de que dos partido, con un número similar de votos, a uno se le conceda un solo diputado y al otro seis.

Tenemos que apoyar esta iniciativa, tan necesaria en nuestro país, para recuperar los derecho cada ciudadano, sin olvidar nunca quien, por activa o por pasiva, ha conculcado nuestros derechos. (¡Nuestros derechos, señora Vicepresidenta!).

8 comentarios:

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Me parece tremendo que a estas alturas tengamos que estar defendiendo el castellano, su uso, o tener que ir en contra del arrinconamiento del mismo.

Me gusta lo que dices en tu entrada y lo suscribo.

A. Sánchez dijo...

No se trata de quién gestiona la competencia sino de la competencia de quien gestiona.

Y nada hace pensar que la gestión de la competencia por una institución más cercana, la Generalitat por ejemplo, sea más eficaz que la que se pueda hacer desde Pernanbuco. Depende de lo tontos o listso que sean unos y otros. Verbigracia, la educación en Cat gestionada fatalmente por la Generalitat, somos de los últimos de España que a su vez es de las últimas de la OCDE. ¡Valiente record!.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Gracias por tu apoyo, Shikilla, es necesario que todos rememos en la misma dirección para abrirnos paso hacia la sensatez.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Gran frase la tuya del principio, Ángel, y muy buena su argumentación.

A. Sánchez dijo...

A propósito, lo que sí saben gestionar éstos, son las comilonas y los informes sobre el sexo de los ángeles a costa de los presupuestos, ya sabes, tu amigo Carod y sus yantares y los consejeros que asignan a dedo...

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Hombre, Ángel, amigo, amigo, lo que se dice amigo... o amigos el Carod de la China y sus amigos... ¡¿qué quieres que te diga!?... si no lo eran en la buena época... ahora que parecen un árbol desmochao y con poca sombra... Que se den al buen yantar mientras puedan, que el chollo se les puede terminar en cualquier momento.

A. Sánchez dijo...

'El castellano no está en peligro'. El chino tampoco, sin embargo, los chinos disfrutan de pocos derechos.

Esta viceministra, la más valorada del gobierno, creo que no se ha leído el manifiesto, pues se dice en él: "nuestro idioma goza de una pujanza envidiable y creciente en el mundo entero, sólo superada por el chino y el inglés..."

Las cosas de Mª Teresa, me recuerdan aquel famoso diálogo:
¿De dónde vienes?. --Preguntó Manolo, al encontrarse con su amigo Pedro.
Voy a coger manzanas. --Respondió Pedro.

Pues eso.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Pues eso, Ángel, que ya les puedes decir que ellos se enrocarán en la ocurrencia que les digan sus ocurrentes fontaneros de la Moncloa y, de la misma manera que no reconocen la crisis, no reconocerán nada porque siempre contestarán saliendose por la tangente... eso ya se ve venir.