Por fin ha ganado la “crispación”. No, no la crispación, sino la “crispación”. La “crispación”, para entendernos, es una estrategia perversa de la comunicación, una tergiversación de la realidad semejante a lo que en otro tiempo fue la “pinza”. A Julio Anguita –uno de los políticos más decente que hemos tenido en la España democrática- le cayó la losa prefabricada y de diseño de la “pinza” por el mero hecho de no pactar nada fuera de lo que él consideraba que era un pacto con su electorado (“Programa, programa, programa”). Pues bien, ahora le ha tocado la china a Rajoy con eso de la “crispación”. Esa táctica, la domina muy bien la maquinaria de publicidad y marketing –que no de propaganda política- del PSOE. Si alguien quiere hacer “la prueba del algodón”, no tiene más que echar la vista atrás y darse cuenta de que se comenzó a utilizar la palabra “crispación” aun antes de que el PP hubiese tenido tiempo material para poder enconar nada ni a nadie.
Pero nada es absoluto, y junto a esa victoria por la “crispación”, corrupción y compañía -encarnada en la más falsa de las sonrisas-, menos aparente, espectacular y gestual, subyace otra victoria: la victoria de la derrota de los nacionalismos excluyentes.
Había que ver la cara de Josep Lluís (aquí, en la China Popular y en la Otra) y los suyos, ante la debacle que suponía perder cinco escaños y compararla con la expresión de satisfacción de Rosa Díez; natural sucesora del movimiento que, comenzado hace ya más de quince años, obtuvo su primera victoria al entrar en la arena política de la mano de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, partido, este último, prácticamente amortizado, pues está en una clara decadencia después de conseguir tres parlamentarios en la Autonómicas de Cataluña y de haber “pinchado” tanto en las Municipales posteriores, como ahora en las Generales, a causa, sin duda, del personalismo infantil con que está conduciendo el partido su presidente y al haber abandonado la línea transversal que llevaba inicialmente –seguramente para limpiar la imagen de quien mintió al electorado por no reconocer que había estado vinculado anteriormente al PP- y que ahora ha recogido UPD, el partido de Rosa Díez.
Por tanto, para quienes fijamos como prioridad la igualdad de todas las personas, en su condición de ciudadanos, y en contra de las políticas dedicadas a la deificación de los territorios, no podemos más que mostrar nuestra satisfacción con unos resultados que parecen ser el preludio a una nueva forma de hacer política para y por los ciudadanos.
No creo que Zapatero pueda sacar otras conclusiones, ya que se ha evidenciado bastante el peligro que puede correr si continúa dejándose apoyar por esos partidos extremistas y siguiendo sus dictámenes.
8 comentarios:
He borrado un comentario sospechoso que ponía: See Here or Here
Hola muyseñoresmios. Bueno, que te parecen los datos?? De las elecciones. No es `por picarte ni mucho menos, pero el PSOE ha demostrado que del todo no lo ha hecho mal. Además, el PP debe estar orgulloso en aprte porque ha anotado un importante dato.
No, si no no digo que el PSOE lo que sabe hacer no lo sepa hacer bien; lo que ocurre es que lo que hace, a menudo, deja mucho que desear. Te garantizo que sé lo que digo... que una ha sido cocinero antes que fraile.
Pero no, no me picas. Si me tuviese que picar con los más de 11 millones de votantes, lo tendría claro. Lo que pasa es que son maestros en el arte del engaño.
De todas maneras, hay algo que no le podré perdonar ni a Z ni a los de ^: la utilización del Arte. Pero eso no quiere decir que no entienda que viejas glorias, acostumbradas a vivir como reyes, hayan sucumbido, que otras nuevas glorias quieran sucumbir a lo sucumbible, en lugar de prepararse para luchar por la vida en posición de bípedo. En fin...
Tú también Brutus!!!
O sea, que he leído una frase que nunca imaginaría que la leería aquí:
"subyace otra victoria: la victoria de la derrota de los nacionalismos excluyentes."
Sencillamente no es cierto, es el nacionalismo excluyente el que ha ganado. Ganó al candidato del PSOE cuando dijo eso de se persigue al castellano porque hay que compensar, y ganará ahora cuando ERC, pese a prácticamente desaparecer, se tiren más aún al monte. Y CIU les seguirá en esa carrera.
El PNV tiene todo a su favor para embarcarse en su plan Ibarreche II, porque CIU, quien dice CIU, no podrá cobrar lo que le pide al PSOE, eso de recuperar el pesebre catalán.
Así que sólo se puede decir que ahora toca pactar con otro nacionalismo excluyente. Esta legislatura es la del turno de la ETA. Y e Cataluña no nos dejarán tranquilos porque el PSC ya es nacionalista excluyente y CIU y ERC competirán a cara de perro para atraer a un mismo electorado.
Malos tiempos nos esperan.
Desde luego que tienes más que motivos para verlo así de negro; pero, por otro lado, como la cosa está tan perdida, un pequeño paso es algo. Pese a todo, creo que, por lo menos la cosa ha tenido repercusión mediática y social. Tampoco creo que se gane la lucha en un santiamén, pero, por lo menos, hay un camino iniciado: no seas pesimista, hombre, que aunque nosotros no lo veamos...
Y además coincides en tu análisis con el incompetente Rivera (ahora sí me darás sin paliativos la razón en todo, jejeje)
¡Joder!, eres la razón misma ¡Vade retrooooo!
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