lunes, 31 de marzo de 2008

DE NACIONALISMOS, CATALANISMOS Y OTRAS MERMAS

¡CÓMO ESTÁ EL PATIO!
Que nadie se rasgue las vestiduras si ve al que se burlaba tras una corona de espinas de todo cristiano, hacer la guasa ahora, detrás de una corona de santo, a todo su electorado... y a alguno más. Que nadie se sorprenda porque este chiquilicuatre es capaz de engancharse a cualquier cosa que se le pueda figurar una tabla de salvación: de salvación de sus menús diarios de a 120 € y cualquier otra canonjía propia de su canonjía.

Ahora, el aludido, se pone la beatífica aureola, como el lobo se pone la piel de cordero, para ver si se la mete doblá al personal. Seguramente los euros –en cantidad de 200.000, o sea, 33.277.200 en pesetas- que se gastó -y que pagamos los contribuyentes- para lavarse la imagen, ya están dando su provecho: ahora convienen las cortinas de humo y los tupidos velos: el tío que más ha crispado los ánimos, ahora -¡aleluya!- recomienda la serenidad: nada de agredir a los no-nacionalistas en sus actos, ni de romper ejemplares de la Constitución, o de quemar fotos del Rey, tampoco charlar bajo la higuera francesa con criminales, no...Vamos, en definitiva, que no corran más ríos de sangre o de cava. ¡Que no! Y eso lo propone, plantando cara a propios y extraños desde un pseudo partido enmascarado en plataforma de no sé que gilipollez con fecha.

En el ínterin, los seguidores del seguidor del amigo de la cámara desechable, que se las ven venir, no van a ser menos: ellos se limpian el polvo del traje enarbolando la bandera de un catalanismo no-excluyente ¡AHORA!-, pero que excluye todo lo que no tenga rancio hedor.

Ay, pobres de los otros, los del trabalenguas de todas las combinaciones posibles derivadas de las derivaciones de “civĭtas, -ātis”, que se han quedado sin istmo.

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