QUELQU'UN M'A DIT

SIN QUERER ESTABLECER DIFERENCIAS... NI SIMILITUDES

Como una Cesarína de hierática porcelana: fue, echó una mirada y se quedó con el personal. Y es que en el país de arriba del de su adopción, la elegancia y distinción -formal, cuanto menos- la valoran por demás; vamos, que no se les escapan unas columnas toscazas que pudiera haber pintado Kirchner Heinz. Y para más inri, experta en relaciones y lenguas (hasta con la más famosa), ¡qué más se puede pedir!... bueno, puestos a pedir, y recordando los chavales y zagalas de mi edad paseando, que se nos marque eso de “Quelqu'un m'a dit”, melena incluida.

Habrá quien considere la cerámica de Lladró pobre, desde un punto de vista artístico y hasta un poco cursi, pero lo cierto es como ariete diplomático es mucho más efectiva que, pongamos por caso, andarse por ahí con la versión femenina de Michael Rennie, el de “Ultimátum a la Tierra” (“The day the earth stood still”), para entendernos.