¿HA PERDIDO ALGUIEN?
¡Pobres indecisos, condenados a su indecisión! Porque no creo que lo que defina la intención de voto sean los resultados de esas encuestas postdebáticas, en las que si alguien cree, es que es crédulo. Nada más.
El segundo debate, tres cuartos de lo mismo; con la única diferencia de que los asesores de Z estuvieron más acertados que los de R, por más que usasen métodos de manual de tercera. La mayor diferencia: que Z hizo caso a sus sabios en esa máxima de negar lo innegable hasta la saciedad, con la palabra y la cabeza, que para algo tiene que servir ésta.
En cuanto a R, no supo ni sacarle partido a las constantes interrupciones de Z; interrupciones que evidenciaban nerviosismo de éste, por una parte, y su mediocridad, por la otra.
Conclusión: Tanto monta, monta tanto... no sé si ha ganado alguno o si han empatado, lo que sí creo es que hemos perdido los de siempre: los de a pie.
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