LA TENDENCIA CIRCUNFLEJA Y LA CIRCUNSPECTASegundo debate. Segundo cara a cara. Vuelve el circo mediático; no es el mayor espectáculo del Mundo, pero no será por vocación. Parece una función de payasos, pero no es cierto: es una función de ilusionistas... o quizá de ilusionados, porque el espectáculo real se produce fuera del plató-ring, en cada casa, en cada bar de la esquina o en cada cabeza.
Mañana todo el mundo –ya se encargarán los medios de comunicación afines a los contendientes- hablará de quién ha ganado. Como siempre, habrá ganado, para cada cual, el que tenía que ganar –ya se encargarán los medios de comunicación afines a los contendientes-, es una contienda de ganadores relativos. Ya se encargarán los medios de comunicación afines a los contendientes de ponernos las orejeras de cristal de color, para que no se escape ni un voto.
Supongo que de eso es de lo que se trata, de fijar el voto afín; porque captar votos entre la gente que siente desinterés o aversión hacia la política, y en consecuencia no acudirá al espectáculo, eso parece más difícil.
Hay dos opciones bien claras entre los adversarios: una la representa el modo de hacer política de la pura gestualidad, aunque para ello tenga que usar como gesto basado en el acento circunflejo (acento que, por cierto, no tiene ya validez entre nosotros); o la otra forma de expresión política, la circunspecta, quizá hasta extremos innecesarios. Ustedes escogen, damas y caballeros. Eso si lo hacen entre estas dos opciones, que no son las únicas.
Mañana todo el mundo –ya se encargarán los medios de comunicación afines a los contendientes- hablará de quién ha ganado. Como siempre, habrá ganado, para cada cual, el que tenía que ganar –ya se encargarán los medios de comunicación afines a los contendientes-, es una contienda de ganadores relativos. Ya se encargarán los medios de comunicación afines a los contendientes de ponernos las orejeras de cristal de color, para que no se escape ni un voto.
Supongo que de eso es de lo que se trata, de fijar el voto afín; porque captar votos entre la gente que siente desinterés o aversión hacia la política, y en consecuencia no acudirá al espectáculo, eso parece más difícil.
Hay dos opciones bien claras entre los adversarios: una la representa el modo de hacer política de la pura gestualidad, aunque para ello tenga que usar como gesto basado en el acento circunflejo (acento que, por cierto, no tiene ya validez entre nosotros); o la otra forma de expresión política, la circunspecta, quizá hasta extremos innecesarios. Ustedes escogen, damas y caballeros. Eso si lo hacen entre estas dos opciones, que no son las únicas.
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