DE HÉROES Y VILLANOS...

...DE NACIONES Y ALDEAS

No hay vuelta de hoja: vivir cuando los clásicos debía de tener un plus de fetén, guaydelparaguay o de P.M. (cuando no tiene nada que ver con los caballos de vapor). Palabra. Y si, encima, eras un héroe o miembra-héroe (toquemos madera, que a la bicha, ni nombrarla), ni te digo: que si vueltecitas por aquí, que si vueltecitas por allá... hasta el Averno podías llegar; total como tenían uno de los padres que ni el Andreu y el Tamariz juntos. Tampoco se las pintaba flacas a los deportistas, tan necesarios en aquellos días por allá, como lo ajos por acá. Además, como lo de héroe era de nación, los otros para acceder a los privilegios tenían pocos caminos: uno de ellos, el de los deportes, pues por la tendencia gravitatoria y en expresión de la otra vertiente clásica: o villanos, o payasos, y pare ustez de contar.

Pero no nos equivoquemos, que ahora las cosas no son muy diferentes: mientras algunos se esfuerzan denodadamente para alcanzar ese rango que el deporte y otras pocas cosas ofrecen, otros, amparándose es su nación prefieren ser los hazmerreír de sus naciones -en el otro sentido-, por un puñado de lentejas o “escudella”, que tanto da; que al fin, de ambas maneras se puede salvar una crisis, aunque en una de ellas se con el mojino escocío.

Ah, que me pierdo: todo esto venía a cuento porque este año los deportistas españoles han estado que se salen y yo quisiera felicitarles desde aquí. No menciono a nadie –como siempre se dice-, para no olvidarme de ninguno; así que he puesto, para ilustrar esta felicitación, una caricatura, esperando que, por lo que ha significado este año, los demás deportistas puedan sentirse reflejados y ninguno se ofenda. (Menudo rollo me he marcado, ¿no? Con lo fácil que habría sido decir, sencillamente: Felicidades)