MI CURIOSIDAD POR EL ENCUETRO ZP CON ROSA DÍEZ

DEBATE DE INVESTIDURA

Por motivos estrictamente personales, he estado ausente de este mundo durante unos días. Al volver a él, y a casa, y a la tele, me encuentro con el Debate de Investidura y en éste a los participantes de dos de los apoyos en la anterior periodo: ERC e IU: la misma respuesta, en esencia, -salvo error u omisión- para los dos: yo la tengo más grande y a callar. (¡Quién me iba a decir que tendría que hablar a favor de un partido tan en posiciones contrarias a las mías, como ERC!).

Pero el encuentro, por novedoso, que más suscitaba mi curiosidad, era el de ZP y Rosa Díez (RD, para mantener una postura igualitaria, hasta en uso de siglas). RD, como cabía esperar, planteó su intervención en defensa de los ejes por los que los ciudadanos habían votado su candidatura. En su respuesta –farragosa, no sé si por ser marca de la “marca”- ZP se dedicó –también como es habitual en esa “marca”- a aprovecharla para hacerse publicidad, a base de recordar logros sociales, de la “marca” durante la legislatura anterior; quizá sin darse cuenta, o recordar, que gran parte de esos logros también le corresponden a RD, por haber formado parte de su misma formación política desde no sé cuándo, hasta hace unos escasos seis meses aproximadamente.

Otra cosa a destacar el la nueva portavocía de Alonso. En el estreno de su nuevo cargo, en mi opinión, Alonso ha cometido el mismo ERROR (ERROR con mayúsculas) de infravalorar las muertes en función de la cantidad que antes hiciera su jefe y amigo ZP: ZP lo ha hecho contestando a la representante canaria, al ofrecer como “disculpa” o logro de su gestión -no sé muy bien- durante el último año un descenso del número de muertos en los cayucos y Alonso, al iniciar su discurso, hablando de los pocos asesinatos de ETA -parecía que se lo habían repartido: tú cayucos yo ETA-, como si una sola muerte no fuese suficiente para no enorgullecerse e intentar rentabilizar el descenso en número. No se puede jugar con los muertos, en ninguno de los casos, aunque el balance sea positivo, para poder poner en marcha la maquinaria publicitaria del PSOE; esa maquinaria tan efectiva desde el punto de vista de orientación del voto, como tan poco recomendable desde un punto de vista ético, máxime si hay pérdidas humanas de por medio.

En definitiva, la actuación de ZP parecía dictada desde un exceso de testosterona. O sea, dicho a la pata la llana, me ha parecido sobrada y chulesca. No creo que sea la actitud más apropiada al momento.