REPARTO DE PREMIOS

Sentado frente al mar, que comparto con la población que me acoge, veo el mundo girar y girar como alguien, con un grado de cordura similar al mío, lo hizo ya en otros momentos, quizá históricos por su intervención. No sé aún lo que es una ola... ni lo que es un grano de arena... ni si las nubes van o vienen... ni si las gaviotas son bellas aves para incrustar en poesías o simples ratas aladas (o viceversa), pero ahí sigo.

Hipnotizado por el vaivén interno, que el vaivén externo del mecimiento de las olas provoca, de repente, el mar se transforma en piélago, como tocado por la barita de la más elegante de las hadas y el cansino rumor de sus olas, mutando, deviene en cantos de sirena, “la, la, Lara, la, la...”: Rosa en el Mar (“mayusculado” por ser el que me ampara), Shikilla, para los amigos de por acá, surge de entre unas y otras ondas y, por su error y para mi sorpresa, en su mayor acto de irracionalidad, me premia.

Gracias, debo dar a ese error y a su generosidad, que un premio, siempre es de agradecer y más si es tan etéreo como es éste.

En consecuencia, y siguiendo con el protocolo de esos premios, creo que ahora tengo que hacer otro tanto y premiar a unos cuantos que contribuyan a “fortalecer los sentimientos humanos y que sean partidarios del cuidado del planeta”. Vamos allá:

En primer lugar, y no por corresponder a su gesto, sino por la elegancia ý sensatez que derrocha en cada una de sus entradas, nombro al blog de Shikilla: SHIKIHOUSE.

También en primer lugar a CHARRAMUNGUERO, por su visión vitalista del mundo o de sus consecuencias...

Sigo con el primer lugar: LA MUCHCHA DORADA, para poder seguir habándole de usted.

Otro para el primer lugar, sería: PALABRAS EN EL DESIERTO, porque una manera de contribuir a “fortalecer los sentimientos humanos y apostar por ell cuidado del planeta”, sería no hacer los distingos que supone el CANON DIGITAL.

Por último, primer lugar para LE BELVÉDÈRE, por lo glamoroso que le sale hasta el poner una palmera delante del sol.

(Espero haber hecho lo que debía y haberlo hecho bien, pues en estas lides, navego que es un contento).