Ni Victor Manuel con su queridísima esposa -la que fuera musa de pago de Madrid, no hace mucho-, ni Almodóvar con su atrevida manera de contar sus historias, ni Sabina con su poesía callejera fina –permítaseme este pareado ramplón- ni un Bosé, el “bello de España” –aunque sea en el recuerdo colectivo de sistintos colectivos-, ni todos los demás que están ahora al lado de quien ha ofrecido a este colectivo la dádiva conocida como “el canon”, ninguno de todos ellos, algunos de los cuales he de confesar que han sido referentes fundamentales para mi tránsito vital, ninguno –repito- tiene derecho a tratarme como un idiota.
Me extraña mucho que todos estos, que se dicen tan de izquierdas, sean capaces de apoyar a quien antepone los nacionalismos a las personas, tierras a ciudadanos. Referirme a los pactos con ETA podría parecer, no sé por qué, de derechas, así que lo omitiré; pero que alguno de estos me diga si le parece muy de izquierdas el conculcar los derechos lingüísticos de la mayor parte los ciudadanos de una comunicad, la catalana. Derechos estos, y sobre todo en lo referente a los niños, reconocidos por organismos internacionales.
2 comentarios:
está más claro que el agua que los ejemplos que pones no tienen nada de izquierdosos, así que el que los defiende que se lo haga mirar.
Y los que n cambien su apreciación sobre ellos, también
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