LA LUCHA DE LOS CAPOTES

¿TOREROS, TUNOS O TUNANTES AL PODER?

Se comenta por todos los mentideros de la piel de toro. Ya ha aparecido el día y la hora en todos los periódicos de postín. La gente se hace voces: Hay “mano a mano” entre los principales espadas (con permiso de Arcadi).

A

LOS CONTENDIENTES:

“EL PAPES”, tuno de crianza, no parece que dé la talla para llegar a ser un gran torero, como Velásquez o como Gregory Peck. No lo parece porque demasiadas veces a tenido que salir al quite su vicepresidenta doña Teresita y no sólo eso, sino que muchas de esas veces ha tenido que ser ella la que bregase con el morlaco.

“EL TUNO SIBILINO”, por su parte, usa una capa negra de tuno, excesivamente semejante a las clericales y, consecuentemente, inapropiada tanto para dar verónicas cambiadas a cualquier cornúpeta, como para conformar a aquella parte del respetable que dice “lagarto, lagarto” a lo de la micción en los receptáculos bautismales; o sea, que de seguir por ahí, lo más fácil es que se quede haciendo: “Pío, pío, pío , papío, papío, pío, pío, papío, papá, parapapapá”.


NO SERÍA DE EXTRAÑAR, PUES, QUE PERDURASE EL EMPATE TÉCNICO “PER SAECULA SAECULARUM, AMÉN”.